Tres tipos de riñones desarrollados en el feto humano
El embrión humano desarrolla tres distintos tipos de riñones durante el período de gestación. Dos de ellos desaparecen antes del desarrollo de los riñones definitivos. Esos dos tipos de riñones son parecidos a los riñones de especies las cuales evolucionaron antes que nosotros: los peces sin mandíbula y los anfibios.
La razón de ello es que el genoma del ser humano contiene todavía los genes que producían esas estructuras en nuestros antepasados. Éstas llegan en ocasiones a formarse, pero degeneran al poco tiempo.
El primer tipo de riñón, el pronéfrico, se forma a las 3 semanas de gestación. Es un órgano útil en las lampreas o peces sin mandíbula, dedicado a filtrar los desechos del cuerpo y excretarlos al exterior. En los humanos no funciona y desaparece. El segundo tipo de riñón, el mesonéfrico, filtra la sangre y excreta los desechos por los ductos Wolffianos, unos conductos urogenitales primitivos. Los dos tipos de riñón se desarrollan en peces y anfibios. En el humano funcionan por algunas semanas para luego desaparecer. El tercer tipo de riñón, el metanéfrico, se desarrolla a las 5 semanas de gestación del feto y es un órgano similar al mesonéfrico, el cual filtra la sangre pero excretando los desechos a través de dos tubos nuevos llamados uréteres, conductos que unen los riñones con la vejiga. Este tipo de riñón es el de los reptiles, aves y mamíferos. En el ser humano se convierte en sus riñones definitivos.
Riñones humanos
