Convergencia evolutiva: el ejemplo de los mamíferos de madriguera
Un caso de convergencia en evolución muy bien documentado es el de los mamíferos de madriguera o mamíferos cavadores, como las ratas topo.
En todos los continentes, por lo menos un grupo de mamíferos ha adoptado la vida subterránea y explotado los recursos alimenticios que ahí encuentran, como lombrices, insectos y escarabajos.
Las similitudes entre las distintas especies son anatómicas, fisiológicas, genéticas y de comportamiento.
Las más notables son extremidades anteriores adaptadas para cavar en la tierra, ojos rudimentarios y muy pequeños, inclusive machos con testículos pequeños para poder moverse entre túneles. Como su sentido de la vista está reducido a distinguir nada más entre luz y oscuridad, los sentidos del olfato, el tacto y el oído están mucho más desarrollados. La cola perdió utilidad pues no necesitan conservar equilibrio por lo que tienen colas reducidas o virtualmente desaparecidas.
Estos mamíferos, que pertenecen a grupos distintos, evolucionaron de manera convergente en todas las masas continentales con excepción de Antártida.
