Convergencia evolutiva: el ejemplo de todos los posibles esqueletos

El ejemplo perfecto de convergencia en evolución es el hecho que existen todos los posibles esqueletos.

Con excepción de aquellos que son inviables, la evolución inventó todos los esqueletos factibles de existir y en muchos casos lo hizo en múltiples ocasiones.

Existe un estudio donde se clasifican los esqueletos en 7 distintas categorías, por ejemplo: externo/interno, rígido/flexible, un-elemento/dos-elementos/más-de-dos-elementos, etc.

Con todos los valores que cada categoría puede tomar, se pueden construir 186 tipos de esqueletos distintos.

En la figura se puede observar que, exceptuando las combinaciones estructuralmente imposibles, todos los tipos de esqueleto fueron inventadas al menos una vez.

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